Aprende a relajarte: tres técnicas para aliviar la tensión antes de tu examen

Tan importante como conocer bien los contenidos del EIR y preparar tu examen, es saber relajarse cuando llega el día de demostrar todo lo que sabes. Y es que muchas veces los nervios nos pueden jugar malas pasadas, bloquearnos o hacernos olvidar momentáneamente lo que habías aprendido. Esto es normal y no debemos sentirnos mal por ello: a todo el mundo le puede suceder en momentos de gran tensión.

La buena noticia es que existen técnicas efectivas para inducirnos a la relajación y mantener nuestro ánimo tranquilo. Desde la experiencia que nos avala en LO+EIR hemos seleccionado cuatro técnicas de relajación muy eficaces para diluir la tensión y combatir los bloqueos antes de tu examen, en esos momentos en los que los nervios están a flor de piel.

La respiración diafragmática, tu gran aliada

Es la respiración natural que traemos al mundo en el momento de nuestro nacimiento: la más profunda y la más indicada para oxigenar nuestro organismo, a diferencia de la agitada respiración pulmonar que puede contribuir a acrecentar nuestro nerviosismo en aquellos momentos en los que sentimos que nos falta el aire.

La respiración diafragmática es una respiración profunda muy sencilla, que se consigue tomando aire por la nariz, reteniéndolo y expulsándolo lentamente por la boca, notando cómo el diafragma se llena de aire en cada inhalación y se vacía por completo en cada exhalación.

Para comprobar si estás realizando la respiración diafragmática de manera correcta, puedes acompañar la inhalación y exhalación con una mano sobre tu vientre para notar el movimiento.

Elimina la tensión corporal con la técnica de Jacobson

La técnica de la relajación muscular progresiva de Jacobson, de la que puedes encontrar un gran abanico de material en YouTube para seguir paso a paso, es muy popular por su comprobada eficacia.

Ejecutarla es muy sencillo: consiste en contraer al máximo durante cinco segundos cada grupo muscular para destensarlo acto seguido. Puedes ponerla en práctica tanto tumbada boca arriba como sentada.

Haz un minuto de meditación

Sí, como lo lees, un minuto. En muchas ocasiones no ponemos en práctica la meditación ni disfrutamos de sus numerosos beneficios por falta de tiempo. Pero lo cierto es que un minuto de meditación puede ser suficiente para relajarnos y disfrutar de algunas de las bondades de esta práctica.

Cierra los ojos suavemente, céntrate en tu respiración sin intentar modificarla y dedícate solo a observarla tomando consciencia de tu cuerpo. Deja atrás las preocupaciones, si te invaden esos pensamientos negativos, simplemente, déjalos ir.

Mímate antes de tu examen: dedícate unos minutos, relájate y verás cómo tu rendimiento mejora.