Sobre el diagnóstico de enfermería

Para prestar a los pacientes los cuidados que necesitan, los profesionales de enfermería adoptan un proceso, sistemático y organizado, de atención de enfermería basado en el método científico. Este consta de una serie de etapas que comienza por la valoración, donde se recogen datos del paciente para conocer su situación.  A través de estos datos se realiza un análisis en profundidad que llevan a unas conclusiones, permitiendo así determinar el diagnóstico de enfermería.  Hoy nos vamos a detener someramente en esta segunda fase del proceso de enfermería, que enuncia el problema requerido para la intervención de la enfermera.

El diagnóstico de enfermería, es uno de los temas más preguntados en el examen EIR por considerarse el eje sobre el que gira todo el proceso del paciente, crea el fundamento sobre el que apoyarse para la toma de decisiones en la planificación de los cuidados que proceden en cada caso.  Se trata de un juicio clínico para identificar los problemas de salud o los estados de riesgo.  Y otra información relevante para el paciente sobre los que la enfermera puede intervenir e influir para mejorarlos o suprimirlos.  Pero esta valoración, ante problemas de salud reales o en potencia, también puede referirse a la reacción de la familia o toda la comunidad; algo muy considerado en la actualidad ante la pandemia del COVID-19.

En relación al diagnóstico médico

Hay que decir que el diagnóstico de enfermería no tiene porqué coincidir con el diagnóstico médico, más enfocado a identificar una enfermedad, aunque es normal que estén relacionados.  Ambos se complementan, pero si la valoración médica describe una enfermedad, la de enfermería describe la respuesta personal a un proceso patológico o la situación que percibe un paciente sobre el estado de su salud.  Su existencia es útil para describir las diferentes respuestas que tienen las personas enfermas ante su situación, algo que el diagnóstico médico no abarca.  Es por lo tanto el fundamento que ayuda en la decisión de actuaciones y objetivos.

Para la valoración del diagnóstico se utilizan etiquetas diagnósticas de la clasificación NANDA International.  Una de las clasificaciones que establece el lenguaje propio de la enfermería facilitando la comunicación entre los cuidadores.  Y paso primordial para definir el papel y la actividad enfermera.  El enunciado del diagnóstico se estructura en tres partes, habitualmente siguiendo el formato PES.  Por lo tanto, se plantea con los siguientes elementos: ‘problema, relacionado con etiología manifestado por síntomas’. de